Los que peinamos canas, y los que no lo hacen pero gustan de las películas de acción de los 80, tenemos encumbradas estas 3 películas. El triunvirato del cine fantástico: Alien (y Aliens), Predator y Terminator. Tres perlas de la cultura pop que merece la pena recordar a través de nuestros juegos.

Sabéis lo que somos. Sabéis  lo que está en nuestro ADN. Gen X Games publica juegos que  mayoritariamente tratan temas de fantasía, ciencia-ficción o terror en todas sus formas. Y si hay 3 productos que definen estas temáticas es el triunvirato del que hoy os hablamos.

En esta serie de 4 entradas, hablaremos de la relación de Gen X Games con estas franquicias.

Como dijo el forense, vayamos por partes.

Alien y Aliens.

No tenéis ninguna posibilidad pero… contáis con mi simpatía.

Por estricto orden alfabético, Alien es el primero. En 1979 Ridley Scott crea esta pequeña joya que es transformada sin perder su esencia (y mejorada para muchos) en 1984 por James Cameron y su Aliens. Gen X Games usa la comunidad de colonos del Nivel 426, Hadley´s Hope, para desarrollar su primer juego de mesa basado en esta franquicia: Aliens Hadley Hope.

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Unos meses después  vino Alien:Perfect Organism, como haciendo un homenaje a esa frase pronuncionada por un sintético: «Es una interesante combinación de elementos que lo convierten en…» pero mejor me guardo esta cita para la entrada correspondiente al juego. Muy pronto es este  sitio, y posiblemente, nadie pueda oir tus gritos.

Predator

Si sangra, podemos  matarlo.

Uno se pregunta como una idea tan potente y molona como la de la raza de los Predators, no tiene una digna secuela del film original de 1987. John McTiernan (si, el de Jungla  de Cristal) pone  al cachas de Arnold al límite. Humanos vs Alien. Apollo y Conan vs un pobre bicho veraneante, cual inglés o alemán en Benidorm, venido del espacio exterior y con gusto por los veranos muy calurosos.

predator

¿Tuvo el Predator alguna oportunidad? Claramente no.

En Predator: Partida de  Caza, tenemos a un  grupo de Predators acechando a nuestra unidad militar. ¿Quién saldrá vivo? ¿Vivirá el humano? ¿Podrán los Predator redecorar su bungalow alacantino con los cráneos y columnas vertebrales humanas?

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Terminator.

– ¿Qué le digo? Aun cuando le diga quién soy, no me va a creer.

– Dile esto: «Gracias, Sarah, por tu valor durante los años oscuros. Solo te puedo ayudar diciéndote que el futuro no está escrito. El único destino es el que nosotros forjamos. Debes ser más fuerte de lo que te imaginas. Debes sobrevivir o yo jamás existiré».

The last but  no the  least en este triunvirato del cine fantástico: The Terminator. Arnold en el papel por el que debió ganar  un Oscar. James Cameron en 1984 se sacó de la manga esta historia y la rodo con menos de 7 millones de dólares. El éxito le llevo a poder hacer años más tarde la segunda parte, uno de los pocos ejemplos en el que la secuela es mejores que la primera parte. Veremos  a ver que pasa con Avatar. No lo tiene fácil.

Años más tarde, tras un par de poco exitosas secuelas, apareció la película y años más tarde, el juego del mismo  nombre: Terminator Genisys, un  ejemplo de que los juegos basados en películas pueden ser mejores  que las películas en las que se basan. Y oye, que la peli tiene alguna cosa que si que si, que el principio mola mucho, pero luego se va deshinchando y deshinchando, con un ejemplo de libro de miscasting. Adormos a nuestra Kaleshi, pero igual no encaja en todas las sagas. Y no Solo nos referimos a este Terminator. Guiño, guiño. Pero estoy divagando.

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Pepino de juego, oye, con muuuchas minis molonas, y no solo disfrutable para fan de la saga. Un juego que merece la pena revisitar, y así haremos.

¿Y ya está todo dicho sobre El triunvirato del cine fantástico?

No, pero hasta aquí podemos leer. Tenemos mucho más que decir,  y en las siguientes entradas iremos desgranando cada uno de estos juegos basados en películas que tanto influyeron en nuestras mentes y que contribuyeron a hacer de nosotros lo que somos ahora.

No digo más. Dejemos que el bueno de Arnold se despida con un:

Volveré.

¡Nos vemos en la mesas!